La contribución prevista y determinada a nivel nacional, responde a la realidad y a las circunstancias del país, y se alinea con los dos pilares bajo los cuales se condujo la Vigésima Conferencia de las Partes (COP20) de Lima; sentido de urgencia y alto nivel de ambición.
El Perú es un país de bajas emisiones per cápita, con un porcentaje de participación mundial de solo 0.3 % sobre el total de emisiones de Gases de Efecto Invernadore (GEI), de las cuales aproximadamente la mitad se originan en el sector Uso de Suelo, Cambio de Uso de Suelo y Silvicultura (USCUSS).
Sin embargo, el perú presenta hasta siete de las nueve características reconocidas por la CMNUCC para calificar a un país como "particularmente vulnerable"; características que se ven enervadas por los procesos de origen antropogénico que causan degradación de ecosistemas y contaminación ambiental. El país debe enfrentar además diversas amenazas de origen hidro-meteorológico, como lo indican las emergencias a nivel nacional, de las cuales un 72 % tiene relación a fenómenos de esta naturaleza (sequías y lluvias excepcionales, inundaciones, heladas, entre otros).