La promoción equitativa, sostenible y racional de la inversión privada y pública no se puede generar si no se tienen identificadas las potencialidades y las carencias de nuestro territorio. Esa es la labor que tiene a cargo el Ministerio del Ambiente, a través del ordenamiento territorial, entendido como un proceso técnico que toma en cuenta las condiciones sociales, ambientales y económicas para la ocupación del territorio y para el uso y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.