La Huella Ecológica es un método de medición que analiza las demandas de la humanidad sobre la biosfera respecto a la capacidad regenerativa del planeta. Esto se realiza considerando conjuntamente el área requerida para proporcionar los recursos renovables que la gente utiliza, el área ocupada por infraestructuras y la necesaria para absorber los desechos.
Para determinar si la demanda humana de recursos renovables y la absorción de dióxido de carbono se pueden mantener, la Huella Ecológica es comparada con la capacidad regenerativa del planeta o biocapacidad. Tanto la Huella Ecológica (que representa la demanda de recursos) como la biocapacidad (que representa la disponibilidad de recursos) se expresan en unidades denominadas hectáreas globales (hag), siendo 1 hag la capacidad productiva de 1 hectárea de tierra de producción media mundial.
El Ministerio del Ambiente ha realizado el cálculo departamental del conocido índice de sostenibilidad Huella Ecológica, el mismo que nos alerta sobre las capacidades limitadas del planeta para satisfacer nuestras necesidades. Este índice se encuentra estrechamente relacionado a los hábitos de consumo de las personas, y al impacto que generamos dados nuestros modos de vida.